Comentario inicial

Tesis, “conclusión, preposición que se mantiene con razonamientos, Disertación escrita que presenta a la universidad el que aspira al titulo de doctor”.
Bueno en este caso el que aspira a ser cinturón negro de tae Kwon-do , mi caso precisamente.
Omitir un prologo no me parece bien ya que para llegar a una conclusión debe haber un desarrollo de acontecimientos, hechos, vivencias, experiencias que sucedieron en mi camino desde que me inicie como cinturón blanco.

Prologo

Para sentirme cómodo me expresare lo mas naturalmente posible tal cual creo que es la mejor manera de hacerlo. Me vincule al Tae Kwon-do casi sin saberlo, sin saber a que iba, tal cual, así me invito mi compadre (Claudio Alliucci) a hacer un ejercicio distinto, sano, que me relajaría y me ayudaría a controlar el stress que me generaba el trabajo intenso al que estaba expuesto allá por el año 1998, y fui. Y me encontré ni bien llegue en los vestidores, con otras personas cambiándose para iniciar la “clase”, de que ¿, me pregunte, al terminar de colocarse la indumentaria me di cuenta que estaba en una academia de artes marciales, sorpresa la mía cuando veo al frente de la misma a Andrés, persona que había conocido en la informalidad de una reunión por intermedio de mi compadre.
La clase transcurrió normalmente, me sentí perdido y al mismo tiempo maravillado con esas personas que realizaban movimientos que para mi serían imposibles de realizar, (practique deportes antes pero nada relacionado con esto, pensé ¡ no es para mi), al terminar la clase; saludos, bienvenida formal a través del anuncio del maestro, mucha transpiración y excitación, había sido una muy buena clase según los comentarios de sus alumnos, casi todos ellos con un cinturón negro alrededor de sus cinturas, algunos con números romanos que indicaban su graduación, ahí caí, eran cinturones negros de Tae Kwon-do ¡¡, alumnos de Andrés Rivas, según me comentaron uno de los primeros Tae kwondistas que hubo en nuestro país.
Ahí si, mas que nunca, (esto no es para mi ¡, pensé nuevamente). Ese día era un martes, la próxima clase sería un jueves, ni bien pude, hice lo que creí correcto, “compadre esto no es para mi”, el contesto, “vos no sabes todavía que es para vos; el jueves si querés vení solo, nadie te obliga, pero pensá que tal vez te debas una oportunidad a ti mismo, quien sabe, por algo viniste”.
Me quede con eso, por un rato, el ajetreo diario, no me permitía darme el lujo de cuestionarme si a los 33 años debía o no practicar artes marciales; pero el jueves llego, y decidí, concurrir a clase, para participar de ella y a su vez no ser descortés y manifestarle al mismísimo maestro lo que yo pensaba al respecto, y así lo hice.
Al terminar la clase, antes de que yo pudiera hablarle, (todos querían hablar con el al terminar la misma, dudas, consultas, no solo de tae kwon-do, cosas comunes, que me llamo la atención); me dijo después de la ducha vamos a la pizzería de la esquina a tomar algo y conversar, siempre lo hacemos y accedí.
Ni bien pude hablarle, le dije “con todo respeto sabom, (ya había aprendido como llamarlo), pienso que esto no es para mi, el me miro y me dijo, te vi.
Entrenando con mucha entrega, transpirando mucho, esforzándote al máximo, si seguís trabajando así, serás un buen cinturón negro ¿???.

Desde aquel comienzo hasta ahora siempre supe que el tae kwon-do por algo había aparecido en mi vida, Según mis compañeros se trataba de una causalidad, por algo pasan las cosas decían.
La esencia de lo que en esos años aprendí pasaban por el entrenamiento, el compañerismo, la solidaridad, la humildad (algo que desde ese momento debí redefinir, nunca fui realmente humilde), el respeto, la pasión por lo que hacíamos y naturalmente admiración hacia nuestro maestro.
Técnica y teoría, todo el tiempo, tediosos entrenamientos sobre fundamentos básicos, meses de sambo matsoki, meses de sayu chirigui, sayu magki, kaunde baro chirigui, mucho gunun sogui, entrenamientos de campo con veladas de meditación, camaradería, mucha palabra del maestro, aplicación a la vida cotidiana de lo que nos estaba sucediendo.

Para nosotros, era algo único, tal fue así que un final de cursos con examen de graduación incluido, (fue realizado tradicionalmente, el sabom sentado en un banquito muy especial), el ambiente preparado para la ocasión, lectura del I chin, en la pagina que el sorteo de monedas designo, “el mismo decia que eramos todos participes y testigos de un nuevo orden mundial”. hasta ahí todo fenómeno, pero se me ocurrió preguntar fuera de clase, “que hay de los torneos”, e hice estallar reacciones de todo tipo como por ejemplo: noooooooooo, torneos anti tae kwon-do,
Es la negación de la tecnica, El cuerpo no fue creado para ser golpeado Esto es tae kwon-do Los torneos no sirven, Lo que nosotros hacíamos estaba bien, lo que hacían los demás estaba mal, que somos ¿ me pregunte, una secta. Me di cuenta que formaba parte de una elite que había superado la etapa competitiva del arte y…………. no habían rescatado nada positivo de ello, estarán equivocados pensé ¡.
En una oportunidad el sabom fue invitado a un torneo en el exterior, el maestro Carlos Julio Camacho VI dan (ex compañero de entrenamiento de Rivas) de la WTF radicado en Brasil. Solo 3 alumnos lo acompañamos, (si bien compartíamos en principio su posición sobre la competencia en TKD), considerábamos que debitamos acompañarlo (habíamos aprendido los conceptos de lealtad y lo sentíamos con firmeza),
Fue así que nos encontramos con un torneo, de otro estilo ¡¡¡¡ y si decidíamos competir lo haríamos con lo que sabíamos, pero, nosotros no entrenábamos para competir??????? Y ahora que hacemos ¡¡¡¡¡.
No hicimos nada fuera de lo que sabíamos hacer, solo competimos y listo, aprendimos que detrás del arte había un mundo que desconocíamos, tan importante como los fundamentos básicos, como los tules, como el ho shin sul.
“La lucha y su técnica, su estrategia, su magia, la adrenalina que ella generaba, lo fantástico de la aplicación a la lucha de un arte marcial moderno contemporáneo”.

FUNDAMENTO DE LA TESIS

La competencia:

“Había descubierto la otra parte del tae kwon-do, la que hoy motiva este análisis, que lo profundice, explaye mis conceptos de interpretación de la misma”.
Atrás quedo por distintas circunstancias el entrenamiento con aquellos compañeros, el destino me llevo a otra academia, otros compañeros, otro enfoque del arte, otro sabom, que, me daría la posibilidad de aprender y aplicar una modalidad de lucha, una estrategia, (técnica y método), como estudiar una pelea, un oponente, su estilo , para poder contrarrestar un ataque, salir al costado (no sabia lo que era salir al costado), solo me movía en dirección lineal, saliendo hacia atrás y quedando fuera de distancia del oponente.
Ya se sabe que salir al costado permite acortar la distancia con el oponente, entrar en su flanco desguarnecido, estar mas cerca para realizar un contacto claro en zona de punto. No fue hasta comenzar a participar de los torneos, lo cual no fue fácil, debí superar todo un bloqueo mental que existía al respecto, en mi cabeza, en ese momento me di cuenta que, el torneo es la gran fiesta del practicante.
Podemos comparar en que nivel de entrenamiento nos encontramos al ver de que manera se desempeñan otros artistas de otras escuelas, se conocen otras personas, de otros barrios, zonas, departamentos, de distintos estratos sociales, gente que entrena como uno, que trabaja superando determinadas dificultades para entrenar.

En medio de la confección de esta tesis me entero que otrora en los comienzos del Tae Kwon-do en nuestro país, no existía la técnica de lucha ni el entrenamiento específico para tal ocasión, se asistía a los torneos y se competía con lo que se sabía.

En el dojang:
“Aprendí que pegar pega cualquiera, lo importante es aprender a no pegar”
Cuando entreno con mi compañero debo respetarlo, cuidarlo, aprender de el, es por eso que en clase siempre hay que tratar de cuidar el contacto, para no lastimar al compañero de entrenamiento, hay que reconocer que a veces es difícil aplicarlo, tal vez sea un precepto occidental eso de querer ganarle al otro en vez de aprender, es curioso pero hay cinturones negros de tae Kwon-do que han abandonado la practica al no poder superar esta variante del arte.

Todo tiene una explicación y el arte de la técnica de lucha también, es lógico que si no puedo entrenar con confianza en el dojang, difícilmente pueda desarrollar un sistema de lucha.
Para hacerlo debo realizar mis movimientos con confianza, acercarme a mi compañero lo suficiente para tratar de que el golpe controlado aplicado a través de la técnica se realice con total limpieza, a la distancia correcta;,
No me sirve de nada cuidarme de que mi compañero no me golpee y haga técnicas de pierna a 3 mts de distancia, no le sirve a ninguno de los dos, lo que tengo que hacer es aprovechar esa posibilidad que en el torneo no la tengo y buscar ese punto claro. A que me refiero con punto claro, debe ser un contacto controlado (evitando el exceso de contacto), limpio, en zona de punto (cabeza, plexo, flancos) por encima del cinturón, con una técnica de TKD y lo mas visible posible, para que valga.
Parece fácil, pero no lo es, y, estoy seguro al día de hoy, que me llevara tanto tiempo aprender a aplicar un procedimiento cómodo para mi como los años de practica de TKD que llevo; porque ¿, simple, muchas veces nos damos cuenta que en muchos años de practica solo podemos incorporar condicionadamente algunas técnicas, hablo de 3 o 4;, Si es así ¡, en el sistema de lucha ocurre lo mismo estudio 3 o 4 situaciones en las que me permite realizar determinadas técnicas que domino realmente (velocidad, foco, reacción, explosión).
Como logro esto, entrenando el sistema, no hay otra forma, que hacen los argentinos para combatir como lo hacen;, habrán inventado algo ¿; me pregunte. Luego que los vi luchando me di cuenta que entrenan mucho el sistema, objetivo, lograr el punto, y para eso aplican una estrategia; además de realizar un entrenamiento especifico para eso.
A través de Internet vi. algunos videos de la academia de Federico Figari, cinturón negro argentino, y vi peleas de el, y de una alumna suya a quien pude ver en vivo;, Es notorio que entrenan algo diferente al viejo sistema utilizado en Uruguay, hay academias que trabajan sobre el sistema de lucha pero no han logrado desarrollarlo, porque ¿, me pregunte.
Accedí mediante Internet a videos del entrenamiento para los torneos y encontré la respuesta a mi interrogante, desde el calentamiento hasta el final de la clase se trabaja en anaeróbica, eso mejora el aire, la resistencia, ese primer ahogo que hay que controlar difícil siempre, ya que la lucha en si nos mete como en un tubo en el que se nos anula en algunos casos la mitad de nuestra capacidad, los nervios, la adrenalina.
Esa falta de oficio se logra entrenando la técnica de lucha, paciente, insistiendo sobre el organismo para que responda como queremos.
Ejemplo:
Parte de ese entrenamiento se logra trabajando la reacción del sistema nervioso muscular, pude ver la utilización de vallas, conos, para que a través de una serie sorteando estos obstáculos el practicante llegue con aire a realizar una Doglio chagui.
Se conjugan un montón de elementos para lograr un optimo desempeño en la técnica de lucha, da resultado también realizar un simulacro en la intimidad del dojang de lo que sería una pelea en el torneo, se simulan jueces, arbitro y coach.

La importancia del coach

En la técnica de lucha, es importantísimo el trabajo del coach en un torneo, es mas que una persona en el costado del tatami alentando al practicante. El coach es un compañero de entrenamiento, es un TKDista también; , conoce el reglamento de lucha, el reglamento que regula la función de los jueces y árbitros, conoce al practicante, nos advierte que aspectos técnicos-tácticos hay que dominar en un combate. El coach debe además de lo mencionado conoce el protocolo del torneo, no debe manifestar ninguna actitud ni tampoco aprobar una conducta antideportiva, debe aconsejar que tipo de pelea se le debe plantear al oponente, para lograr el punto, para eso se entrena en un lenguaje de señas o sonidos perceptibles solo para quien dirige, que además este entiende, o sea es la aplicación de lo que se hace en clase.
Pude ver como sistemas de lucha lograron con éxito resultados muy positivos en los practicantes, sin ser estos muy espectaculares, solo aplicaron 2 o 3 técnicas, parece y suena como sencillo, pero hay que trabajar y mucho.

Conclusión

Creo y para ir concluyendo que, hay que trabajar en clase con lo que se tiene, no limitarme a pensar en los medios que los demás puedan tener, para empezar eso; luego escuchar los consejos que nuestro instructor nos da, esto significa ponerme a trabajar en las técnicas que mejor desarrollo para aplicarlas en la lucha, no necesito que sean muchas; , como ejemplo: vi campeones mundiales ganar peleas con ap doglio chagui, patada poco usada en los entrenamientos.
Además aprovechar todo el material humano que dispongo en el Dojang, para recrear la situación, hay que hacer que el combate sea lo mas natural para el TKDista, entrenar al coach (el coach ve una pelea que nosotros que estamos protagonizando difícilmente la veamos con la misma claridad que el), estudiar, leer, una y mil veces el reglamento, hasta tenerlo claro, aplicar técnicas de TKD, para lograr puntos de TKD. A modo de ejemplo vi perder un combate a un cinturón negro veterano (de la vieja guardia, sin sistema de lucha) ante otro que si la empleo.
No sirve de nada lanzar una andanada de golpes sin destino, sin técnica, sin propósito, sin fundamento.
No se si corresponde incluir en una tesis pero quiero tener palabras de agradecimiento al sabom nim Gabriel Mariano III dan TKD ITF, a quien conocí de la misma manera a como me vincule al TKD (causalidad), quien supo darme la oportunidad de continuar entrenando y ofrecerme un sitial de privilegio en su academia que me llena de orgullo.

Estevan Silva.