DOJANG EL PINAR ES MIEMBRO DE LA TAEKWONDO INTERNATIONAL FEDERATION DE URUGUAY Y MIEMBRO FUNDADOR DEL GRUPO DE LA COSTA
   
  TAEKWON-DO ITF DOJANG EL PINAR
  El Do en las artes marciales
 

EL DO EN LAS ARTES MARCIALES


Introducción

Las Artes Marciales, surgieron ligadas a la guerra desde que el hombre enfrentaba cara a cara a su adversario en el campo de batalla.

En Oriente, gracias a las influencias filosóficas y religiosas del Budismo, el Confucionismo y más tarde del Zen, el hombre vio la necesidad de equilibrar con el plano espiritual, la realidad que vivía el guerrero de matar o ser muerto.
Por otro lado también, vemos como en templos y cofradías, se introducen determinados ejercicios para canalizar la energía que es fuente del instinto agresivo del ser humano. Un ej. de esto es como introduce Bodhidharma el Kung Fu en el templo budista Shaolin.

Con el paso de los años y la aparición de las armas de fuego, las Artes Marciales fueron perdiendo participación en la guerra y solo se mantuvieron en aquellos lugares donde formaban parte de la cultura, manteniéndose como apoyo de la educación, tratado de reordenar la agresividad humana.

El Do, el Tao, es la forma en que las Artes Marciales se acercan a la espiritualidad en el ser humano y es sobre este tema al cual quiero acercarme Siendo tan vasto y tan difícil voy a tomar algunos temas y trataré de exponerlos desde mi experiencia. Estos temas son: El Miedo, El Respeto y La Relajación y Calma Interior.

Capítulo I

EL MIEDO

Existe el miedo en toda clase de situaciones. Surge así la mente asustada por lo inesperado. Si puedes captar el momento del miedo, puedes aprovecharte de este para vencer’.

Miyamoto Musáis

La gente no tiene idea de hasta qué punto es arrastrada por el miedo. Este miedo no es fácilmente definible. [...] Hay momentos en que este miedo se vuelve casi una obsesión. -- Miedos - Identificación, Essentuki 1917

. G. I. Gourdjieff

Todos los animales tienen miedo y los seres humanos no son la excepción, pero al contrario del resto de los animales, el miedo del hombre en su mayoría, es imaginario.
Nos generamos situaciones conflictivas y generamos procesos mentales que nos desgastan síquica, física y emocionalmente. Estas situaciones si bien pueden ser probables, al ‘mirarlas de frente’, en un lugar de nuestro interior se desvanecen, y hasta podemos reconocer a algunos de esos miedos como absurdos. El problema radica en que nunca nos tomamos un tiempo para mirarlos y también puede que los neguemos o no los podamos reconocer.
En las Artes Marciales se nos presenta frecuentemente la situación de enfrentamiento con un contrario, y todos sentimos cierto temor a esta situación. Aquí es donde tenemos nuestra gran posibilidad, pues este temor que comienza imaginario, llega un momento donde se materializa, donde llegamos a vivir la situación, y todos los que participamos de esta experiencia, sabemos que la mayoría de esos miedos, se desvanecen cuando los jueces dan la hora de comienzo.
Si estamos atentos, podemos tratar de ver en distintos momentos y mediante repetidos intentos, cuál es nuestro miedo y podemos llegar a ‘verlo’ y según dicen los grandes Maestros, una vez que un miedo es visto y reconocido, pierde su peso y se desvanece.
Un ejercicio que puede ayudarnos, es el ‘ejercicio del Stop’, el cuál consiste en que el instructor pare la lucha en forma abrupta, dejando congelados físicamente a los alumnos, pidiéndoles que miren en su interior que emociones y pensamientos pasan en ese instante. Los alumnos intentan interiormente leer sus pensamientos y reflexionan por unos minutos. El repetir este ejercicio puede hacer que nos conozcamos mejor frente a la situación de estudio.

Capítulo II

EL RESPETO


En nuestro tiempo y sociedad, no se nos enseña a valorar. No se respetan las jerarquías ni a los ancestros, no valoramos los momentos vividos, no valoramos a las personas y menos los objetos y a los animales.

Estamos en una sociedad que cataloga al éxito de acuerdo a las posesiones materiales. Vivimos restando importancia a los objetos que nos rodean, con una actitud de ‘uso’ hacia ellos. Nos interesa comprar esto o aquello dependiendo de la moda, la publicidad o la necesidad que tengo de algo, y una vez que lo obtenemos, hacemos uso cuidándolo en mayor o menor medida, de acuerdo a su valor monetario, ya que si se estropea, perjudica mi bolsillo.

Damos por garantizado que cuando nos levantamos por la mañana, abrimos la canilla y va a salir agua, y si no es así, nos genera gran confusión y mal humor. No nos detenemos a pensar los cientos de años que le llevo a la humanidad darnos las comodidades que hoy tenemos. Del mismo modo que tratamos a los objetos, muchas veces lo hacemos con el prójimo, en forma utilitaria, sin considerarlo y sin importarnos el momento en que vive.

En las Artes Marciales, desde el momento en que entramos al Dojang, se le enseña al alumno a respetar el espacio de entrenamiento, ya sea que la práctica se realice al aire libre o bajo techo, se le da una mirada particular al lugar.

Se transmite cuidado por los efectos personales, se enseña acerca de la vestimenta utilizada para el entrenamiento, explicando su historia y el por que de cada prenda, Conocemos la historia y el significado de cada cosa que aprendemos y utilizamos. El significado del color de los cinturones, el significado de los nombres de los Tules y el porqué de cada movimiento, etc..

Reconocemos que nada es al azar, todo tiene su significado. Tenemos la posibilidad de experimentarlo con el cuerpo, la mente y nuestro sentimiento, y cuando sucede que estas tres cosas se juntan en un movimiento, se produce magia. Genera respeto al momento en que vivimos, a nosotros mismos y a lo que nos rodea.

Este respeto o como quiera llamarse se va acumulando en nosotros y se emana, pudiéndose reconocer en forma instintiva a quien lo posee.

Capítulo III

LA RELAJACION Y CALMA INTERIOR


¡Cuanto mas fácil sería nuestra vida y la vida de las personas que viven con nosotros, si tuviéramos relajado nuestro cuerpo y nuestro centro emocional! ¡Cuanta energía gastamos por tensiones innecesarias! ¡Cuántas discusiones podríamos evitar por no reaccionar!

Cuando practicamos los Tules, se nos hacen evidentes las tensiones de nuestro cuerpo. Notamos la dificultad en mantener el cuerpo relajado y tensarlo en el momento de la defensa o el golpe.

Me pregunto, sabremos qué es relajación?

Lo concreto es que no sabemos, pero sí sabemos lo que no es relajación, y por ahí puede estar el camino. Tratando de ver una y otra vez lo que sentimos y lo que nos desgastamos haciendo los movimientos tensionados.

Estando atentos a percibir algún dato que nos permita reconocer un movimiento distinto, escuchando a nuestro instructor cuando nos marca la diferencia, ¡ahí existe la posibilidad1. Tenemos que reconocer el tono de esos momentos, descubrir lo que nos hace falta.

Ponemos demasiada tensión en lo que hacemos y en la práctica del Taekwon-Do, se hace evidente, y se hace evidente pues existe un modelo, una forma objetiva de hacerlo, donde no hay lugar para que lo hagamos a nuestra manera. La yop chagui es como es, aquí y en Corea, con determinada tensión en uno y en otro momento.

Nuestra ‘perseverancia’ en la repetición de la forma nos va a ayudar a lograr la justa relajación y la justa tensión. El logro del objetivo, no depende en su totalidad de nosotros.

Pero sí depende de nosotros el intento, la practica, y lo podemos hacer viendo tanto lo que nos pasa en nuestro cuerpo como en nuestro interior. Vemos que una dificultad en lograr un movimiento con la tensión justa, es que hay mucho de ‘nuestra forma’ en el intento; ¿no será que nuestras tensiones interiores, también son por imponer ‘nuestra forma’ a lo que vivimos, tensándonos cuando esto no sucede?.

En Taekwon-Do tenemos la suerte de que nos muestran como es el movimiento y debemos tratar de repetirlo. En nuestro interior no existen modelos, un camino puede ser reconocer la tensión y dudar de cómo creemos nosotros que las cosas deben ser. Debemos recordar que la conquista de uno mismo, constituye la mayor de las victorias, debemos aprender cada día mediante ejercicios repetitivos, cada día aceptar una disciplina impuesta por uno mismo.

Conclusiones


Se puede practicar un Arte Marcial tomándolo sólo como un deporte. También existe la posibilidad para aquellas personas que sean buscadoras de otra Verdad, el transitar por el Do.

Podemos en muchos momentos no reconocer ni encontrar la manera de acercarnos a este camino, pero de esto se trata, de buscar, de abrir y mantener preguntas vivas. Algunas de estas preguntas son:

¿Para qué hago Taekwon-Do?. ¿Para aprender a defenderme?.¿Para canalizar mi energía agresiva?.
¿Es que solo quiero ser un buen taekwondista para dejar contento a mi Ego? ¿
Cómo puedo diferenciar de mis experiencias en el entrenamiento y competencias, lo que alimenta a mi Ser de lo que alimenta a mi Ego?
¿Cómo puedo aplicar el conocimiento de Mí que vaya adquiriendo, para aplicarlo en la Vida?
¿Es que me doy cuenta de que cambiando mi manera de pensar puedo acercarme a estas preguntas?
Y si me doy cuenta, ¿cómo hago para cambiar?

Hoy tenemos un cuerpo, nadie sabe por cuanto tiempo, la práctica del Taekwon-Do puede ayudarnos en la medida en que nos lo permitamos, a conocer más de nosotros mismos.

Horacio Estrada
 
 
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